10 elementos del pensamiento crítico — y cómo desarrollarlos

¿Qué compone el pensamiento crítico?

1. Mente abierta
Malcolm Forbes dijo: “El papel de la educación es reemplazar una mente vacía por una abierta”. El pensamiento crítico requiere receptividad ante nuevas ideas y perspectivas, así como disposición para reconsiderar nuestras creencias u opiniones —por fundamentales que sean— cuando surgen nuevas evidencias o mejores argumentos.

2. Curiosidad
“Yo no soy necesariamente más inteligente que los demás”, decía Albert Einstein. “Soy infinitamente más curioso”. Desde la infancia tuvo una inclinación natural a hacer preguntas, buscar información y explorar distintos puntos de vista. Su pregunta favorita: “¿Y si…?”

3. Resistencia mental
Pensar críticamente es difícil, riguroso, casi siempre toma tiempo y paciencia, y puede ser agotador. Eso está bien, pero nunca permitas que una conclusión sea simplemente el lugar donde te cansaste de pensar. Sigue adelante.

4. Análisis
El análisis descompone información compleja en partes más pequeñas para comprender sus componentes y relaciones. Es nuestro hemisferio izquierdo en acción: lineal, lógico, metódico, secuencial, racional y objetivo. Es pensamiento deductivo. También lo hacen las computadoras.

5. Interpretación e inferencia
Interpretar es dotar de sentido a los datos, apoyándose no solo en el cerebro, sino también en la experiencia. Es nuestro hemisferio derecho divirtiéndose: creativo, intuitivo, aleatorio, holístico y lúdico. Involucra pensamiento inductivo, que las computadoras aún no pueden hacer, aunque la inteligencia artificial lo intenta. Mediante la inferencia, deducimos con sensatez a partir de la información disponible, llegamos a conclusiones razonables y evaluamos su viabilidad.

6. Evaluación
¿Qué valor tiene? Para tomar mejores decisiones, debemos evaluar con precisión la credibilidad, relevancia y significación de la información, los argumentos o las evidencias.

7. Articulación
“Si no puedes explicárselo a un niño de seis años”, dijo Einstein, “probablemente no lo entiendes tú mismo”. Entrada crítica y salida crítica son una misma cosa.

8. Resolución de problemas
Ambos hemisferios cerebrales resuelven problemas, solo que de formas distintas. Pensar críticamente implica saber usar ambos con igual soltura.

9. Autorreflexión y responsabilidad personal
Bertrand Russell aconsejaba: “En todos los asuntos, es saludable poner de vez en cuando un signo de interrogación a aquello que has dado por hecho”. En este caso —nuestros propios procesos mentales, sesgos y suposiciones— “de vez en cuando” debería significar “siempre y constantemente”.

10. Metacognición
Ser intensamente consciente de los propios procesos de pensamiento, estrategias cognitivas y campo de atención permite mejorar continuamente las habilidades críticas.

Y ahora, cómo desarrollar tu pensamiento crítico

1. Piensa creativamente
“La curiosidad es la clave de la creatividad”, decía Akio Morita, fundador de Sony. Cultiva tu creatividad explorando lo desconocido y lo ambiguo. Da la bienvenida a perspectivas distintas, soluciones alternativas y formas nuevas de pensar. Busca siempre la chispa. Escucha al nuevo.

2. Haz preguntas
Nada comienza sin una pregunta —o mejor aún, varias. Cultiva una mentalidad curiosa haciendo preguntas incisivas. Cuestiona suposiciones, sesgos e implicaciones. Nada está fuera de discusión.

3. Busca perspectivas diversas
La diversidad es mucho más que demografía. “Diversidad”, decía Malcolm Forbes, “es el arte de pensar independientemente en conjunto”. Acepta una variedad de puntos de vista y opiniones, especialmente aquellos distintos al tuyo. Conversa activamente con personas que piensan diferente. Desafía de forma constante lo que sabes o crees.

4. Evalúa la información
Aprende a evaluar crítica y objetivamente la credibilidad, relevancia y confiabilidad de las fuentes de información. En el caos mediático actual, manipulado por intereses particulares, este desafío es crucial.

5. Practica el pensamiento analítico
El pensamiento analítico es más ordenado que el creativo, y puede ejercitarse todos los días. Buena idea.

6. Desarrolla habilidades de razonamiento lógico
Practica el razonamiento deductivo e inductivo para llegar a conclusiones lógicas a partir de lo que ya sabes. Pero recuerda: la lógica y la creatividad suelen estar en tensión.

7. Reflexiona
Las cosas se ven distintas en retrospectiva, al día siguiente o después.

8. Aprende distintas técnicas de resolución de problemas
Problemas distintos requieren enfoques distintos. Y muchos problemas pueden resolverse de muchas maneras.

9. Aprende a escuchar activamente
Identifica y elimina los obstáculos para una escucha activa —como los prejuicios, por ejemplo—. Hazlo rápido.

10. Lee. Lee. Lee.
Leer es la forma más activa y estimulante de conocer el mundo. No se trata de hacer clic en enlaces, sino de leer de verdad: leer mucho, leer en profundidad, leer con tiempo. Leer transforma el pensamiento. Los grandes líderes son grandes lectores. Eso es un hecho.

Nada de esto ocurre en un solo día, pero comenzar puede ocurrir en cualquier día.


Texto tomado y traducido del blog de Forbes.
Eli Amdur, “10 Elements Of Critical Thinking – And How To Develop Them”

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